El robo de la reliquia de san Pantaleón, el Vaticano, el Opus Dei (sus miembros y sus exmiembros), la simbología de "El jardín de las delicias" del Bosco (museo del Prado), las SS de Hitler, obscuros asesinatos, intentos de clonar a Jesús... Todo eso y mucho más comprende el thriller Sangre, metáfora construida a partir de hechos documentados (que el lector podrá rastrear en Google) y con una conclusión sencilla y categórica: nadie debe manipular la figura de Jesus con fines espurios.Cuatro miembros de la curia se reúnen dos viernes al mes para merendar las exquisiteces que les preparaba la hermana del anfitrión e investigar enigmas. Una carta de un enigmático Serafino Cattani, en la que explica que antes de morir León XIII había dicho que él no era el Papa, sirve de pretexto al autor para indagar sobre las actitudes del Vaticano. ¿Es cierto que la Iglesia no se equivoca nunca?¿Es infalible el Papa? No pretende averiguar el novelista si el Papa León XIII tuvo un doble, sino el modo de reaccionar del Vaticano. El Papa de la novela dice: “Soy el Papa y eso hace que decir la verdad me resulte algunas veces imposible”. En cambio, monseñor Bergonzi, el anfitrión, se guía por la siguiente máxima: “Lucha por la verdad hasta la muerte y el Señor Dios luchará por ti”. La acción desemboca en intrigas y muertes y termina por revelar oscuros secretos de la Iglesia.